No me corresponde jugarmela, aunque quisiera.
No se la pueden jugar por mi, aunque quisieran.
Di lo mejor que pude dar, recibí lo mejor que me pudieron dar.
Poco, pero ya no depende de ni uno de los dos.
Entonces, a vivir, y lo que salga mientras uno vive.
Desplegar al frente solamente, confiar, conquistar territorios inexplorados y tener la menor cantidad de bajas posible.