viernes, 19 de diciembre de 2008

No existe ni nunca existió un 新しい世界 , es el mismo mundo de siempre, siempre lo ha sido, solo que los colores empiezan a serlo nuevamente, y son lindos, Dios sí que son lindos!
El veneno es el mismo de siempre en el mismo punto debil de siempre, pero ha pasado tanto tiempo que el cuerpo empieza a asimilarlo, ya no ha rechazarlo.
Es un nuevo estandarte dentro del mismo mundo de siempre; dentro de ese mundo en sepia se para una bandera que baila con el aire del este.
La bandera no tiene nombre ni signo, sin color ni ritmo. Flamea, sólo flamea y baila con los colores que vuelven a aparecer, tiñéndose de todos sin quedarse con niguno.
Flamea al amanecer y sonrie, sonrie naranjo. Atardece y se acuesta calipso. Medio día y ríe amarillo. Es de noche y sueña morado. Morado y gris, gris y plateado, sueña plateado junto los no nacidos, los que viven y los que vivieron, plateado junto a los que están y se fueron.
No hay un nuevo mundo, es el mismo mundo de siempre, pero con más colores que el negro de Octubre y el plomo de Noviembre.