lunes, 14 de julio de 2008

4 casas.

Eran las 12,30, se había despertado por segunda vez en el día; anteriormente, para tomarse sus remedios de todos los días.
El decía que era para que no doliera tanto, todos sabían que era para lograr callar la silente ausencia.
Se levanta, ve la repetición de la teleserie de la semana pasada, y se rie de tanta inverosimilitud, olvidándose de la suya por 45 agradecidos minutos. Termina y comienzan las noticias, una niña tirando agua a una señora, seems to be important, just wanna me exported[some(to)day].
Es hora de almorzar, pero antes se asoma por la ventana; ve su auto, a solo 4 casas distantes.
Se siente a esperar verlo pasar, un segundo que haría su día un día especial: lo habría visto, a él, al fantasma que pena mas que ojo mortal desconoce.
Lo llaman, lo sigue esperando... es lo más cerca que han estado últimamente, 4 casas. 4 casas y la cercanía se debe otra vez por razones distantes a ser voluntad de estar para y por el.
Lo espera, un segundo es todo lo que quiere, lo siguen llamando almorzar... dijo que no importaba que su comida estuviera fria...no era lo único.
Finalmente accede, come apresuradamente y vuelve a la ventana: lo único que ve es su auto ya partiendo, más allá del departamento.
Va a su pieza con un dolor que conoce muy bien, se toma sus remedios para que estos se vayan de una vez, y vuelve a dormir, "mañana si lo veré... mañana sí..."